UN BUEN DOCENTE MARCA UNA DIFERENCIA
LO QUE NOS ENSEÑA LA
INVESTIGACIÓN.
El otro día, leí un artículo que
la profesora de didáctica general me hizo llegar a mis manos.
El artículo era de Antonio
Bolívar, de la Universidad de Granada, y trata sobre los diferentes procesos
por los cuales ha pasado la educación, hasta llegar a la conclusión de que sin
buenos docentes, no hay buenos alumnos.
Según el artículo: “Las
iniciativas de mejora se han dirigido, durante mucho tiempo al nivel de la
escuela […] Sin dejar de enfatizar los cambios en los procesos de trabajo de
toda la escuela, se trata de valoraciones en función de su impacto en la mejora
de los desempeños del alumnado”
Yo esto lo entiendo como que
siempre se ha pretendido que la escuela tenga un cierto nivel, no importa el
cómo. Es decir, que si por ejemplo había que llegar a un tope en cuanto a nivel
escolar, se hacía cualquier tipo de cambio dentro de la escuela para que este
llegara a producirse ficticiamente y se llegara al nivel exigido.
Cosas como cambiar materiales o el
temario. Hasta que se dieron cuenta que realmente para que una escuela cambie,
y para que sus alumnos sean eficaces, lo que hace falta es cambiar o
reorganizar a los mismos maestros.
Un buen maestro, no puede exigir
eficacia y un nivel de conocimientos a unos alumnos cuando él mismo no los
tiene.
Como dice el artículo: “Para
hacer de cada escuela una buena escuela, habría que pensar en qué hacer para
que haya un buen profesor en cada aula”.
Yo creo que en esta profesión, es
necesario reinventarse día a día y que no vale quedarse con lo aprendido
durante la carrera, o lo aprendido durante tus muchos años de experiencia.
Es verdad, que la experiencia es
algo buenísimo, y que sin duda nos ayuda a la hora de realizar cualquier cosa.
En la enseñanza como en todo, también viene muy bien tener (y sobretodo decir
que se tienen) muchos años de experiencia.
Pero, ¿de qué te sirven x años de
experiencia si no los has aprovechado bien?
En el artículo, se cita a John
Hattie, diciendo que “tener un mal profesor puede ser devastador. Los maestros
menos eficaces provocan ganancias promedio de los estudiantes de
aproximadamente 14 puntos porcentuales al año, mientras que los profesores más eficaces
provocan un aumento promedio de 52 puntos porcentuales al año”.
Una de las cosas que también me
ha llamado la atención del artículo, es cuando nombra las cinco características
básicas que debe tener un docente para ser bueno en su profesión.
a) Profesionalidad
b) Liderazgo
c) Pensamiento
d) Planificación/Situar
expectativas
e) Relación
con otros
Yo creo que en verdad, estas
características se ajustan bastante a las que debe tener un maestro cualquiera.
Quieras que no, todo esto es
necesario para poder impartir una simple clase.
Con lo cual, para un curso
entero, nos viene de perlas.
Ante todo hay que ser
profesionales, no debemos nunca olvidar nuestra tarea y nuestro compromiso con
nuestro trabajo.
En cierto modo, debemos ser
líderes de nuestra clase, debemos encaminar a los alumnos por el sentido que
nosotros queremos que vayan y tenemos que situarles, para que ellos entiendan
desde un primer momento lo que esperamos de ellos.
En cuanto al pensamiento
analítico y conceptual, muchos de nuestros pensamientos están mal encaminados
en un principio, quiero decir, muchas veces nuestros alumnos verán algo en la
tele y no lo llegarán a entender del todo bien, para ello nos necesitan a
nosotros por ejemplo, para que le digamos cuál es la realidad de los hechos y
qué está pasando de verdad.
A la hora de planificar y situar
expectativas, nosotros somos los indicados para ponerles retos, y que ellos
mismos sepan que los van a poder superar.
No estamos en la escuela para
abrir el libro por la página 20, y empezar a dictar apuntes.
Necesitamos una respuesta por
parte de ellos, y qué mejor respuesta que la superación de retos y expectativas
por su parte.
Y la relación con otros, pues que
es fundamental, es la base de cualquier trabajo no sólo como maestros y no sólo
en cualquier trabajo, sino para el día a día.
Para concluir el artículo cita a
Elmore: “si la enseñanza es buena y potente, y las condiciones de trabajo
posibilitan y apoyan dicha práctica, entonces se podría tener evidencia
inmediata de lo que los estudiantes aprenden”
Yo creo que tiene razón, cuanto
antes empecemos a pensar en nuevas ideas e iniciativas que hagan que los
propios alumnos tengan que interactuar para poder formarse, esto creará un
resultado inmediato y será mucho más eficaz que cualquier otro.